miércoles, 29 de diciembre de 2010

Una metafora para un jabon humedo....

Frustración, fracaso, abandono... sentimientos causados por la necesidad de controlar tus alrededores.

  Es difícil mantener en la mente y el corazón la idea de que no controlamos nuestras propias vidas.   Solo nos enfocamos en donde queremos poner todo nuestro esfuerzo para seguir adelante.  Hacemos modificaciones a lo largo del camino y mantenemos la perspectiva que a la hora de que todo se pone difícil, tenemos la opción de dejar ir lo que no sirve y emprender con lo que aprendimos otro camino.  Manejamos nuestra vida, mas no la controlamos.

  Es como una barra de jabón humeda, si la aprietas muy fuerte para que no se te resbale de las manos, igual se termina resbalando de una forma violenta y impredesible (si te agachas a recogerlo... bueno uno sabe lo que pasa en las duchas de las presiones...). Ahora, si solo sostienes gentilmente esa barra en tus manos nunca se te caerá, al menos que pierdas interés en ella y se caiga por descuido.

  Hace un año tomé la decisión de hacer un gran cambio en mi vida.

 Creí haberlo hecho en su totalidad.  No fue así.

 Cuando logré una de las cosas que quería con todo mi corazón, la sostuve ligeramente como la barra de jabón húmedo. Como siempre pasa cuando tenemos sentimientos no resueltos y reprimidos, mi subconsiente empezó a actuar sin mi permiso al sentir que estaba perdiendo algo, cosa que no era cierto. Estaba ganando algo al dejarla ir, me aferre a ello, aprete la barra de jabon, ya imaginan el resultado... Mis inseguridades combinadas con mi querer de controlar las cosas, hicieron su aparición y le dieron paso al miedo.  Que sensación tan horrible mostrarle ese lado oscuro de mí.

Perdí algo muy preciado en ese entonces.

Ahora esa perdida me ha servido de combustible para cambiar esa obseción de controlar las cosas que solo terminan frustrándome...

Es difícil dejar ir... pero lo estoy haciendo y lo estoy logrando poco a poco.

Leopolld

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